Hola amigos de
la literatura,
Aprovechando la
publicación de mi nuevo libro, Camino
de leyenda, tras los pasos del viajero, que trata mucho el tema de la
montaña, quiero compartir un artículo que escribí en un ejercicio por intentar
contestar a esa gran pregunta que nos hacen (y también nos hacemos a veces) a
los montañeros: ¿Por qué vamos al monte?
[…] Si eres montañero seguro que te han preguntado alguna vez, y si no lo
eres, seguro que se lo has preguntado a un montañero, o me lo estarás
preguntando a mí ahora, ¿por qué vamos al monte?
En la mayoría de las ocasiones, esa pregunta viene adornada de auténtica
incomprensión, e incluso burla. Por qué vas a la montaña. Qué necesidad hay.
Te puedes hacer daño. Eso para qué te sirve. Qué te aporta para que quieras
volver. Incluso algún deja de hacer tonterías.
Personalmente llevo años escuchando estas preguntas, y debido a mi
naturaleza curiosa, intentando responderlas sin mucho éxito… hasta ahora.
Después de mucho pensar, de darle muchas vueltas, de tantas vivencias y
experiencias, puedo decir sin temor a equivocarme que he encontrado la
respuesta a todas esas preguntas, una respuesta que entenderás perfectamente si
eres montañero, y cuando termines de leer esto dirás: es verdad… esto ha
sido así de simple toda la vida. Y si no eres montañero, estarás más cerca
de entendernos.
Y la respuesta a esas preguntas, en resumen, a por qué vamos al monte
es así de simple: POR AMOR.
Sí, por amor. Esta es la única explicación. Porque el amor es irracional,
no le busques sentido. ¿Quién no ha hecho locuras por amor? […]
Un saludo y gracias por leer estas líneas.
Iñaki A.
Lamadrid
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