Hoy llegamos a una de las paradas obligadas en este camino
de leyenda: La cascada de Nocedo.
Es uno de esos lugares de los que no me canso de hablar, ni de visitar, y
han sido ya unas cuantas veces.
Seguro que muchos la conocéis, porque es un lugar bellísimo, conocido,
turístico y está acondicionado para aparcar el coche y pasar por los puentes y
pasarelas. Pero no siempre fue así. La primera vez que la vi no había puentes
ni pasarelas, tuve que encaramarme a la pared para poder asomarme a verla, y
fue algo espectacular.
Y para los que no la conozcan, pues he traído una pequeña muestra.
Como decía, es fácil que muchos ya conocieseis este lugar, y esta vista
tan espectacular, porque el acceso a la parte inferior de la cascada es bueno.
Pero ¿Cuántas personas aquí presentes la habéis visto desde arriba?
Continuará.
Iñaki A. Lamadrid
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